Las características que determinan la calidad y valor de un diamante son: talla, peso, pureza y color.
TALLA.
El diamante se talla de distintas formas, siendo la más cotizada la talla brillante: Dentro de cada talla es importante la calidad del corte, incluyendo simetría y pulido, se mide y certifica en un laboratorio.
Un buen corte es importante para obtener del diamante un alto brillo, es decir, conseguir que refleje toda la luz que incide sobre él.
PESO
Para valorar un diamante, se expresa su peso en quilates. Un quilate es 1/5 partes de un gramo, es decir 200 miligramos.
El valor de un diamante por quilate aumenta de forma exponencial con el peso, es más difícil encontrar una piedra grande que pequeña.
PUREZA
La pureza de un diamante se mide por la presencia de inclusiones visibles a simple vista o con una lupa de 10 aumentos. Cuanto más puro es un diamante más luz refleja y por tanto más valioso es.
COLOR
El color de un diamante es una medida de su transparencia e influye tanto en su brillo como en el precio.
El color de un diamante se mide en una escala GIA (Gemological Institute of America) y va desde la letra D (Incoloro) hasta la Z (amarillo).
TALLA.
El diamante se talla de distintas formas, siendo la más cotizada la talla brillante: Dentro de cada talla es importante la calidad del corte, incluyendo simetría y pulido, se mide y certifica en un laboratorio.
Un buen corte es importante para obtener del diamante un alto brillo, es decir, conseguir que refleje toda la luz que incide sobre él.
PESO
Para valorar un diamante, se expresa su peso en quilates. Un quilate es 1/5 partes de un gramo, es decir 200 miligramos.
El valor de un diamante por quilate aumenta de forma exponencial con el peso, es más difícil encontrar una piedra grande que pequeña.
PUREZA
La pureza de un diamante se mide por la presencia de inclusiones visibles a simple vista o con una lupa de 10 aumentos. Cuanto más puro es un diamante más luz refleja y por tanto más valioso es.
COLOR
El color de un diamante es una medida de su transparencia e influye tanto en su brillo como en el precio.
El color de un diamante se mide en una escala GIA (Gemological Institute of America) y va desde la letra D (Incoloro) hasta la Z (amarillo).